Cada semana llegan uno o dos casos de sexting a mi consulta. Padres destrozados y confundidos que se hacen acompañar de su hijo o hija. En muchos casos estos chicos y chicas que oscilan entre 11 y 18 años tienen miradas perdidas, vacías, corazones rotos y parecieran cargar un peso inaguantable. Muchos padres no saben de esta práctica tan común de nuestros jóvenes y una de las mejores estrategias de poder orientar y proteger a nuestros hijos es precisamente informándonos.
¿Qué es el sexting? El sexting se define como la acción de envío mediante dispositivos electrónicos especialmente entre teléfonos celulares, de mensajes con contenido erótico, ya sean éstos solo texto o fotografías y/o videos sexualmente explícitos.
Muchos padres con los ojos llenos de lágrimas me preguntan una y otra vez ¿Por qué lo hizo? Muchos pre y adolescentes son conscientes de algunos o todos los posibles riesgos que representa enviar una foto erótica o pornográfica, aun así, se la tiran y la envían. Este fenómeno ha preocupado a todas las naciones del mundo. Las investigaciones han arrojado datos interesantes que uno con la data recolectada en mi ejercicio profesional.
Los jóvenes practican el sexting para exhibirse, atraer a alguien, mostrar interés por alguien o demostrar compromiso, ganar popularidad y aprobación, coquetear, por impulsividad (actúan y luego piensan), presión de los amigos o pareja, por venganza, al sentirse intimidados y al ser víctimas de chantaje.
Los jóvenes confían en el destinatario de la imagen y entiende que dicha foto está segura y no imaginan, las distintas formas en que esa imagen puede salir del dispositivo. Un robo, un error, una broma, un extravío… o la voluntad de quien la recibió. Otras de las causas es que nuestros niños desde que nacen son bombardeados con imágenes cargadas de erotismo y lo que consumen a través de los muñequitos, series, películas, novelas, y las promociones tanto por TV o la internet como impresas separa los valores y las creencias familiares de sus conductas. Están expuestos a mensajes que explota la sexualidad asociándola a la falta de ética, moral, a la grosería y la violencia. Poco a poco los niños han normalizado en su sistema el ver cuerpos desnudos y exhibiéndose y así anestesiando el pudor, la vergüenza, el respeto por la intimidad y su cuerpo, empujándolos a tener una sexualidad precoz que se evidencia al ver las exagera conductas y lenguaje pseudo adulto sexual que tienen en sus propias redes sociales y chats.
Como padres debemos educar a nuestros hijos en las graves y penosas consecuencias que acarrea esta práctica. Aquí les menciono algunas: humillación pública para ellos y su familia, ansiedad, tristeza y/o tristeza profunda, depresión, aislamiento, miedos, pensamientos catastróficos y repetitivo, alteración del sueño y/o alimentación, deseos de desaparecer y suicidio.
La revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine dice que “Las imágenes de sexting son usadas como una especie de moneda emocional, que los jóvenes necesitan pagar para mantener una relación.” El Child Exploitation and Online Protection Center reportó, que el 38% de los chicos entre 11 y 17 años han recibido mensajes de móvil o de correo electrónico con contenido sexual. “El 88% de las imágenes sugestivas que suben menores de edad a sus cuentas de Facebook o Twitter luego son recopiladas en portales de adultos”, según un estudio realizado por el Internet Watch Foundation.
Si luego de leer toda esta informacion te sientes abrumado, preocupado y quieres proteger a tu hijo, te invito a que te informes, te eduques e involucres.
Si ya estás atravesando esta penosa situación con uno de tus hijos y no sabes como ayudarlo o ayudarla, permíteme acompañarte y apoyarte.